El hecho insólito ocurrió en Esmeraldas. Los policías lo llevaban a la cárcel, pero no había luz al momento de hacerle la ficha, se fueron a almorzar y el detenido huyó con desenlace fatal.

Un hecho insólito ocurrió en Esmeraldas el sábado 16 de noviembre cuando un detenido que había escapado de un patrullero murió atacado por tres perros de raza pitbull mientras intentaba esconderse en una propiedad.

El incidente se originó cuando el detenido, identificado como José Javier G. M., acusado de robo, era trasladado desde el Distrito Quinindé hacia el Centro de Rehabilitación Social de Varones de Esmeraldas.

Según el parte, a las 12:20 del sábado, los agentes ya estaban en la Policía Judicial de Esmeraldas para realizar el respectivo fichaje, pero no había personal en las oficinas debido a la falta de energía eléctrica que azota a Ecuador, entonces realizaron una llamada telefónica y les pidieron que regresen a las 15:00 para terminar con el procedimiento legal de traslado e internamiento del detenido.

Por esa razón, indica el informe, los agentes se fueron a almorzar al sector de Tachina, pero al momento de bajarse de la patrulla el detenido forcejeó con una policía y se fugó, internándose en un área de difícil acceso cerca de las riberas del río Esmeraldas.

Entonces se realizó un operativo de búsqueda por varias horas pero no hubo éxito; no obstante, a las 17:45 una llamada ciudadana reportó el hallazgo de una persona sin signos vitales en una quinta ubicada en el barrio 21 de Noviembre.

Al llegar al lugar, los agentes confirmaron que se trataba del detenido que había escapado al medio día, quien había sido atacado mortalmente por los perros que custodiaban la propiedad donde intentaba refugiarse.

Las autoridades realizaron el levantamiento del cadáver y coordinaron las investigaciones correspondientes. Según información de vecinos del sector, la presencia del hombre desconocido generó la agresión de los animales, lo que resultó fatal.

La Fiscalía, tras constatar los hechos, descartó responsabilidad penal en los agentes que custodiaban al detenido, calificando lo sucedido como un hecho fortuito.