La mayoría de las personas escopolaminadas provienen de buses que cubren las rutas interprovinciales, especialmente Guayas y Santo Domingo.
En los últimos días, varios oficiales de buses y pasajeros del Terminal Terrestre de Quevedo han reportado un creciente número de casos de personas que llegan de otros cantones del país escopolaminados, lo que ha generado preocupación y alarma entre los viajeros. Según información proporcionada por Byron Pérez, asistente operativo del terminal, al menos 10 personas han sido atendidas en este estado durante el mes de noviembre.
El estado de las personas que llegan al terminal de Quevedo, es desorientado, sin control y en ocasiones sin recordar cómo llegaron al cantón o qué les sucedió. Según la información proporcionada por el personal del terminal, la mayoría de estas personas provienen de buses que cubren las rutas interprovinciales, especialmente de provincias como Guayas y Santo Domingo. Intentamos comunicarnos con la Policía Nacional para tener mayor información sobre el tema, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
¿Cómo operan los delincuentes?
Según los usuarios, los delincuentes se suben a los buses durante el trayecto y, con engaños, logran darles la droga a sus víctimas. En algunos casos, les ofrecen una bebida o simplemente les muestran un papel con preguntas sobre direcciones, y al momento que la víctima entra en contacto con la sustancia, pierde el razonamiento. En pocos segundos, caen bajo los efectos de la escopolamina, lo que les permite a los delincuentes robar sus pertenencias, y en ocasiones, llevarlas hasta cajeros automáticos para vaciar sus cuentas bancarias.
Acciones ante la situación
El personal del Terminal Terrestre de Quevedo ha reaccionado rápidamente ante estos casos. Al detectar que las personas se encuentran en estado de intoxicación, activan el protocolo de emergencia el mismo que consiste en comunicarse de manera urgente al ECU 911 y, en caso no tener respuesta inmediata, las personas son trasladadas al hospital más cercano, en ese caso al del IESS de Quevedo donde reciben atención médica urgente.
Además, revisan las cámaras de seguridad de los buses para detectar si las víctimas tenían pertenencias a bordo y asegurar que estos objetos sean guardados en el terminal hasta que las personas se recuperen.
Los guardias de seguridad también cumplen un papel clave en este proceso, al brindar apoyo inmediato y acompañar a las víctimas hasta que sean atendidas por profesionales.
Ausencia de policías
Sin embargo, uno de los mayores problemas que enfrentan los trabajadores del terminal es la falta de presencia policial constante. Aunque el personal ha solicitado la habilitación de un puesto policial (UPC) dentro del terminal para fortalecer la seguridad, aún no se ha recibido respuesta. “Hemos enviado solicitudes, pero hasta el momento no ha habido respuesta. Los policías llegan esporádicamente y no permanecen mucho tiempo”, indicaron.
Recomendaciones para los pasajeros
Ante la creciente preocupación, las autoridades del terminal y los choferes recomiendan a los pasajeros estar alerta, especialmente en estos días cercanos a las festividades, cuando se espera mayor afluencia de viajeros. Es importante viajar con mascarillas, siempre viajar acompañado. Y pedir recomendaciones o dirección al personal de seguridad o a la Policía Nacional, no tocar papeles ni dar la mano. Y sobre todo estar siempre alerta, porque los delincuentes no siempre son adultos.
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