Con el objetivo de impulsar el desarrollo de la industria láctea en el país, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y el Centro de la Industria Láctea del Ecuador (CIL) suscribieron este martes 15 de abril un convenio de cooperación interinstitucional que permitirá potenciar el levantamiento, sistematización y difusión de información estadística estratégica para este sector clave de la economía nacional.

Este acuerdo público–privado busca fortalecer la toma de decisiones en los sectores agrícola, ganadero y de manufactura, a través de datos técnicos confiables y actualizados. En ese marco, el INEC se comprometió a entregar al CIL información estadística relacionada con el sector agropecuario del país. Estos datos serán analizados por el Observatorio Lácteo —plataforma administrada por el CIL— para generar y difundir contenido técnico útil para productores, industriales y autoridades.

Además, el INEC brindará capacitación y asistencia técnica al CIL y al Observatorio Lácteo para mejorar el manejo, interpretación y uso de la información generada. A cambio, el CIL compartirá con el INEC los informes que se elaboren a partir de estos datos y colaborará activamente en la recopilación de estadísticas sobre producción, consumo, importación y exportación de productos lácteos.

El convenio tendrá una duración de cinco años y contempla, entre otros compromisos, la participación conjunta en la planificación, ejecución y análisis de encuestas y censos agropecuarios enfocados en la cadena láctea.

Verónica Chávez Man–Ging, directora ejecutiva del CIL, resaltó que este convenio permitirá una colaboración efectiva en la difusión de resultados a través de talleres y publicaciones dirigidas a los actores del sector. “Se necesitan políticas públicas que transformen la cadena láctea, especialmente en temas como la informalidad y la caída del consumo”, enfatizó.

Por su parte, Eva María Mera, directora ejecutiva del INEC, reafirmó el compromiso de la institución con el desarrollo del país y con el fortalecimiento de sectores estratégicos como la industria láctea, que tiene un alto impacto en la economía rural y la seguridad alimentaria.